Cuando el clima empieza a cambiar y llegan los primeros días frescos, en Brazos Abiertos ajustamos nuestras rutinas para que cada persona mayor que cuidamos se sienta cómoda, segura y bien acompañada. Porque sabemos que el bienestar también está en los pequeños detalles cotidianos.
🌬️ Cuidamos la temperatura del ambiente
En esta época del año, las corrientes de aire pueden pasar desapercibidas pero generar incomodidad. Por eso, ventilamos los espacios de forma controlada y aseguramos que cada habitación tenga una temperatura agradable y constante.
🧦 Ropa abrigada pero cómoda
Ayudamos a nuestros pacientes a elegir la ropa adecuada: liviana, fácil de colocar, pero con el abrigo suficiente para estar a gusto durante el día. También revisamos que siempre tengan medias secas y calzado cerrado que mantenga el calor.
🍲 Alimentación que reconforta
Los primeros frescos invitan a incluir comidas templadas, sopas suaves, infusiones y meriendas caseras. Nos adaptamos a los gustos y necesidades de cada persona, siempre priorizando la nutrición, el placer y el momento compartido.
🫖 Hidratación, siempre
Aunque el calor no sea intenso, seguimos atentos a que se mantenga la hidratación durante todo el día. El cuerpo necesita líquidos también en esta época, y una infusión calentita puede ser una linda excusa para conversar.
💬 Acompañamiento cercano
Sabemos que los días nublados o más frescos pueden afectar el ánimo. Por eso, redoblamos el cariño y la presencia: proponemos actividades, paseos breves si el clima lo permite, juegos, lectura o simplemente una charla de corazón a corazón.
En Brazos Abiertos, cuidamos cada estación con el mismo compromiso de siempre: adaptándonos, escuchando y acompañando a quienes más lo necesitan. Porque para nosotros, el cuidado es una forma de amar.